NOBEL FEMENINOS

Este año 2020 los premios Nobel tienen un marcado acento femenino. En las categorías de Física, Química y Literatura, las galardonadas han sido mujeres. Nunca antes habían sido mayoría.

El Premio Nobel de Literatura, concedido a la poeta estadounidense Louise Glück, ha roto con un precedente de varios años polémicos, pues Glück se encuentra entre las poetas más laureadas de la literatura anglosajona contemporánea. Con un estilo austero y profundamente autobiográfico, aunque autora de 12 poemarios, el quizá más conocido sea el que obtuvo el galardón Williams Carlos Williams, Wild Iris (1992), en donde podemos leer versos tan profundos como It is terrible to survive/ as consciousness/ buried in the dark earth. En otros, sin embargo, el tratamiento de mitos helenos, como el de la boda de Perséfone con Hades, en Averno (2006) muestra su maestría a la hora de equiparar las tensiones eternas de la vida. 

La francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidense Jennifer A. Doudna han sido galardonadas con el Premio Nobel de Química por la creación de las revolucionarias «tijeras genéticas CRIPR/Cas9» que permiten cortar y pegar el ADN a voluntad y editar cualquier forma de vida. Esta técnica tiene una gran potencial para la mejora de cultivos celulares, el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer y la cura de enfermedades hereditarias.

«Espero poder inspirar a otras jóvenes en este campo. Es un ámbito muy placentero si te apasiona la ciencia: aquí hay mucho que hacer», ha afirmado la estadounidense Andrea Ghez tras recibir la llamada que le comunicaba que había ganado el Premio Nobel de Física 2020 por su hallazgo, junto a su colega Reinhard Genzel, del agujero supermasivo del centro de nuestra galaxia. Una situación extraordinaria, ya que en 220 ediciones, tan solo cuatro mujeres han recibido esta distinción en Física. Es más, desde que fue otorgado, en 1903, a Marie Curie, sólamente 53 mujeres lo han obtenido (frente a 866 hombres). Curie no solo fue pionera en un mundo vedado a las mujeres, sino que sigue siendo la única persona en haber ganado el Nobel dos veces (la primera vez en Física y la segunda en Química).

El esfuerzo titánico de Curie y tantas otras mujeres por ser reconocidas alumbra las figuras de muchísimas otras personalidades femeninas silenciadas que intentaron abrirse camino a pesar de las zancadillas tanto contemporáneas como las que la historia (también escrita por hombres) les puso. Afortunadamente, y gracias, en parte, al reconocimiento de hombres como Pierre Curie, que se negó a recibir el Nobel sin compartirlo con su mujer, hoy día podemos recordar las figuras de Beatriz Galindo, tutora de Isabel la Católica y varias de sus hijas, también reinas; Judith Leyster, pintora de la escuela holandesa cuyas obras fueron atribuidas a su marido; Henrietta Faber, médico suiza que se disfrazó de hombre para poder estudiar; Ada Lovelace, pionera de la programación informática; Amelia Earhart, primera piloto en cruzar el Atlántico; Mileva Marić, matemática serbia cuyas grandes aportaciones a la Teoría de la Relatividad fueron silenciadas por su marido, Albert Einstein; o Irena Sendler, que salvó a 2500 niños del ghetto de Varsovia, pero no fue la protagonista de ninguna película oscarizada. No querríamos olvidar aquí, por su condición de hispanohablante, a la chilena Gabriela Mistral, que sigue siendo hoy día la única mujer hispana en recibir el Nobel, entre once escritores.

La lista es larga y el recuerdo breve. Está en nuestras manos abrirnos paso en una sociedad pensada por y para los hombres para poder acceder a la igualdad de derechos, romper el techo salarial y dejar de ser ninguneadas y agredidas por razones de género.

En Aliadas queremos contribuir a la integración de la mujer hispanohablante en la sociedad alemana, y para ello proponemos actividades que nos ayuden a crecer y empoderarnos.